Un factor sorprendente en el éxito de las escuelas secundarias al preparar a los estudiantes para la universidad es una práctica que no está disponible para todas las escuelas secundarias, pero ofrece lecciones útiles para todas: tener una escuela intermedia estrechamente conectada. Si bien faltan investigaciones que exploren el impacto de las escuelas intermedias y secundarias combinadas en la inscripción universitaria, varias escuelas ganadoras del Premio al Éxito Universitario de GreatSchools atribuyen sus modelos combinados de sexto a doceavo grado como parte de su éxito.

En las escuelas donde las escuelas intermedias y secundarias comparten espacio y sus equipos administrativos trabajan en estrecha colaboración, suceden varias cosas que contribuyen al éxito después de la escuela secundaria de los estudiantes. Los estudiantes se familiarizan con la cultura y las expectativas de la escuela con antelación, lo cual es especialmente útil cuando la escuela tiene altas expectativas de éxito después de la secundaria; los estudiantes tienen la oportunidad de construir relaciones más duraderas con los maestros y el personal puede identificar a los estudiantes en riesgo e intervenir antes. Implementar más sistemas 6-12 (del sexto al doceavo grado) y 7-12 (del séptimo al doceavo grado) puede no ser una solución fácil para todos los distritos, pero todas las escuelas pueden aprender de estos beneficios.

Una ventaja en el aprendizaje de la cultura escolar

Las escuelas intermedias y secundarias combinadas ofrecen a los estudiantes más tiempo para aprender e interiorizar aspectos de la cultura de la escuela que afectarán su éxito, mientras que las escuelas tienen la oportunidad de exponer a los estudiantes a la universidad y a las trayectorias profesionales en grados anteriores.

En la escuela Young Women’s Preparatory Academy (YWPA, video en inglés), ganadora del Premio al Éxito Universitario, una rigurosa escuela especializada en preparación universitaria en el Distrito Escolar Unificado de Miami-Dade, las estudiantes ingresan al sexto grado e inmediatamente comienzan a tomar clases avanzadas para prepararse para las clases de colocación avanzada (AP, por sus siglas en inglés) en la escuela secundaria. Además de caminar por pasillos llenos de carteles de las universidades a las que se dirigen sus compañeras mayores, las estudiantes de educación intermedia reciben orientación explícita de sus compañeras que van a la universidad. A través de un programa estructurado llamado Big Sister, Little Sister, las estudiantes de secundaria asesoran a las estudiantes de educación intermedia, ayudándolas con desafíos académicos y sociales. Las estudiantes de último año de secundaria dirigen todo el programa, guiando a las mentoras de la escuela secundaria.

“Las estudiantes de escuela intermedia necesitan mucha atención, mucha orientación, mucha estructura”, dice Concepción Martínez, directora de YWPA, y agrega que, si reciben esta atención durante estos primeros años, se formarán una identidad enfocada en ir a la universidad, algo que es mucho más difícil de hacer con las estudiantes que ingresan directamente al noveno grado.

En la escuela Newbury Junior/Senior High School en la semirural Newbury, Ohio, los estudiantes de secundaria trabajan directamente con los estudiantes de escuela intermedia a través de un programa de asesoría entre compañeros. El director Michael Chaffee dice que idealizar el ir a la universidad y la carrera profesional en la escuela secundaria hace que los estudiantes de escuela intermedia se entusiasmen por su futuro y se apasionen más por el aprendizaje.

Relaciones con los maestros

Desarrollar relaciones significativas entre maestros y estudiantes es fundamental para ayudar a los estudiantes a tener éxito después de la escuela secundaria. Cuanto más tiempo pasen los maestros con los estudiantes, más interesados estarán en apoyar el crecimiento a largo plazo del estudiante y podrán comprender mejor las necesidades individuales de los estudiantes.

También es fundamental la práctica del ciclo, en el que maestros y estudiantes están juntos por dos o más años. Las investigaciones sugieren que el ciclo en los años de la escuela intermedia apoya el desarrollo de relaciones significativas entre maestros y estudiantes, e impacta el aprendizaje y el rendimiento de los estudiantes. Incluso hubo beneficios para los estudiantes nuevos que se unieron a un grupo de compañeros que habían estado con el mismo maestro por más de un año. Los efectos pueden ser aún más pronunciados para los grupos tradicionalmente poco representados en la universidad. Un estudio reciente mostró que los ciclos en la escuela primaria aumentaron las calificaciones de los estudiantes en las pruebas y los efectos fueron mayores para los estudiantes negros y latinos.

Cuando las escuelas intermedias y secundarias operan juntas, muchos maestros se conectan naturalmente con los estudiantes varias veces en el transcurso de la escuela intermedia y secundaria, desde la niñez hasta la edad adulta. Un estudiante puede tomar clases de lectoescritura de sexto grado, historia de octavo grado y periodismo de décimo grado, todas con el mismo maestro. Cuando los maestros y los estudiantes tienen más tiempo para desarrollar relaciones sólidas, los maestros pueden dedicar menos tiempo a las actividades de “conocerse” cada año y enfocarse en ayudar a cada estudiante a alcanzar su máximo potencial.

Identificando las necesidades de los estudiantes más temprano

Esta conexión entre la escuela intermedia y secundaria también significa identificar a los estudiantes en riesgo incluso antes del noveno grado. En Newbury, Chaffee dice que la fuerte conexión de la escuela intermedia y secundaria ayuda a garantizar que todos los estudiantes reciban una red de apoyo sólida y constante. Los maestros colaboran en todos los niveles de grado, lo cual es especialmente importante para los estudiantes que necesitan ayuda adicional.

Tener una escuela intermedia conectada elimina algunos de los peligros de la crisis del noveno grado. La transición a la escuela secundaria está asociada con un riesgo de fracaso, particularmente para los estudiantes que pertenecen a hogares de bajos ingresos. Las investigaciones muestran que, en noveno grado (más que en cualquier otro momento de la escuela secundaria), los estudiantes tienen más probabilidades de faltar a clases (enlaces en inglés), obtener calificaciones bajas y tener problemas disciplinarios.

Las escuelas intermedias y secundarias que no están conectadas pueden ayudar a mejorar esto al establecer estrategias para el proceso de transición. Los programas de asesoramiento, que combinan pequeños grupos de estudiantes con un maestro o miembro del personal, pueden ayudar a los estudiantes a conocer al menos a un adulto en el campus más rápidamente que el modelo típico de escuela secundaria donde los estudiantes de noveno grado tienen de seis a ocho maestros, y cada maestro tiene una lista de 100 a 200 estudiantes.

Jean Baldwin Grossman, profesora de economía y asuntos públicos en la Woodrow Wilson School de Princeton University, ha estudiado una multitud de formas de ayudar a preparar a los estudiantes de escuela intermedia para la transición a la escuela secundaria, y señala que un paso crucial es exponer a los estudiantes de escuela intermedia a las realidades de la vida en la escuela secundaria.

“Un buen lugar para comenzar es desarrollar algunas actividades de conexión”, dice. “Por ejemplo, que los estudiantes de escuela intermedia visiten la escuela secundaria”.

Algunas estrategias para esa exposición incluyen la orientación de la escuela secundaria y los programas de conexión de verano que permiten que los estudiantes pasen más tiempo en su nueva escuela y se familiaricen con la cultura y los cursos de la escuela secundaria. Los maestros de escuelas primarias, intermedias y secundarias también pueden tomar medidas para colaborar en todo el distrito para garantizar que el plan de estudios y las expectativas estén alineados y para identificar a los estudiantes que puedan necesitar apoyo adicional.

Este artículo es parte de una serie de artículos que exploran los enfoques de las mejores prácticas usadas por las escuelas ganadoras del Premio al Éxito Universitario de GreatSchools. El Premio al Éxito Universitario distingue a las escuelas secundarias de nueve estados que realizan una excelente labor en preparar a los estudiantes para alcanzar el éxito luego de la escuela secundaria. Lee más sobre el premio, ver la lista de escuelas ganadoras y lee más sobre las mejores prácticas (enlace en inglés).

Translated by: SpanishWithStyle.com

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