Los beneficios de inscribirse en cursos exigentes y actividades extracurriculares en la escuela secundaria van mucho más allá que mejorar el promedio de calificaciones (GPA, por sus siglas en inglés) y hacer más atractivo el currículo del estudiante. Los estudiantes que cursan clases avanzadas tienen más probabilidades de graduarse de la escuela secundaria (enlace en inglés), inscribirse en una universidad de cuatro años, mejorar su GPA mientras están allí y graduarse en cuatro años.

Aunque las escuelas secundarias ofrecen clases de colocación avanzada (o clases AP), Bachillerato Internacional (IB, por sus siglas en inglés), matrícula doble o clases de honores, los cursos avanzados ofrecen currículos más rigurosos que los cursos habituales de escuela secundaria. A pesar de que no todos los cursos avanzados generan créditos para la universidad, aquellos que sí lo hacen también ayudan a los estudiantes a alcanzar el nivel de preparación exigido por la universidad antes de salir de la escuela secundaria, con lo que el estudiante puede llegar a ahorrar miles de dólares en la matrícula universitaria.

Oportunidades para alcanzar el éxito

Las escuelas secundarias con los mejores historiales de preparación de estudiantes para alcanzar el éxito en la educación superior brindan ofertas académicas avanzadas y actividades extracurriculares académicamente desafiantes, y se aseguran de que estas oportunidades de aprendizaje avanzado estén al alcance de todos los estudiantes. Tales oportunidades exponen a los estudiantes a contenido de mayor nivel intelectual, ayudándoles a adquirir las habilidades necesarias para tener éxito en la universidad. Además, les demuestran a los encargados de las admisiones universitarias que el estudiante está motivado y listo para el contenido de nivel universitario.

El noventa y nueve por ciento de las escuelas ganadoras del Premio al Éxito Universitario de GreatSchools ofrece clases de colocación avanzada (AP), Bachillerato Internacional u otros cursos de honores a sus estudiantes (en comparación al 87 por ciento de las escuelas que no han recibido el galardón). Además, las escuelas que han recibido el premio también poseen una mayor variedad de clases AP, sobre todo en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (conjunto de carreras conocido en inglés como STEM); las escuelas que han recibido el premio tienen más probabilidades que las que no lo han recibido de ofrecer Cálculo AB y BC, Informática AP y Principios de la Informática AP, Estadística AP, Biología AP, Química AP, Ciencias Ambientales AP, Física AP (electricidad y magnetismo) y Física AP (mecánica).

Las actividades extracurriculares de alta exigencia académica también podrían ayudar a los estudiantes a prepararse mejor para la universidad. Las escuelas ganadoras del Premio al Éxito Universitario tenían muchas más probabilidades de contar con clubs que representaran un desafío intelectual, tal como el ajedrez, simulacro de juicio, equipo de debate, periodismo y un modelo de las Naciones Unidas en comparación a aquellas escuelas que no habían ganado tal reconocimiento. La única excepción era el club de robótica. Tanto las escuelas ganadoras del premio como las escuelas que no habían recibido el premio la incluían, demostrando que no representaba una característica diferenciadora para recibir el galardón.

Permitir que los estudiantes tengan acceso a clases avanzadas desde los primeros grados es clave: el 63 por ciento de las escuelas galardonadas permiten que los estudiantes de 9.° grado tomen cursos avanzados y solo el 10 por ciento limita las inscripciones a cursos avanzados a estudiantes de 11.° y 12.° grado. Por otro lado, solo el 49 por ciento de las escuelas que no han recibido el premio permiten que los estudiantes de 9.° grado tengan acceso a cursos avanzados y el 24 por ciento exige que los estudiantes esperen hasta el 11.° grado o un grado superior para inscribirse en un curso avanzado.

Young Women’s Preparatory Academy (enlace en inglés), una institución ganadora del Premio al Éxito Universitario, ofrece un ejemplo que va más allá de simplemente brindar acceso a cursos avanzados. La escuela pública con currículos especializados que atiende a estudiantes de género femenino de 6.° a 12.° grado en el Distrito Escolar Unificado de Miami-Dade inscribe automáticamente a las estudiantes de 9.° grado en Historia Universal AP. Con hasta 24 clases AP disponibles al año, las clases avanzadas no son solo accesibles. Son obligatorias.

Resulta igual de importante no imponer barreras para acceder a clases avanzadas, tales como un requisito de GPA o una calificación específica en una clase previa. Reducir las barreras financieras de los cursos avanzados representa otro factor en el éxito de una escuela secundaria: el 84 por ciento de las escuelas galardonadas ofrecen ayuda financiera para las pruebas AP o IB. Solo el 71 por ciento de las escuelas que no han ganado el premio hacen lo mismo.

Pasos para una mayor igualdad: aumentar el acceso y apoyo para los estudiantes con dificultades

Para los estudiantes de bajos recursos (enlace en inglés), los beneficios de completar clases que brindan créditos universitarios en la escuela secundaria resultan particularmente amplios: “Las investigaciones sugieren que los estudiantes que completan clases AP o de matrícula doble tienen mayores probabilidades que otros chicos de su edad de graduarse de la escuela secundaria, inscribirse en una institución de educación superior y obtener una credencial o título de educación superior”, señala Jennifer Zinth, directora de escuela secundaria e iniciativas STEM para la Comisión Educativa de los Estados.

Sin embargo, los estudiantes de orígenes marginados y de bajos recursos tienen menos probabilidades de inscribirse en clases avanzadas (enlace en inglés). Una encuesta del Premio al Éxito Universitario de GreatSchools del 2018 descubrió que una minoría, tanto de las escuelas que habían ganado el galardón como de las que no, reportó haber inscrito una cifra representativa de estudiantes de todos los grupos étnicos.

Aunque reducir los prerrequisitos podría ayudar a que la inscripción en cursos avanzados represente de forma más precisa a la población de una escuela, se necesita de un mayor esfuerzo para apoyar a todos los estudiantes en estas clases. En respuesta a la tendencia nacional de expandir la participación en las clases AP, Walter Parker, un profesor de educación en estudios sociales de la Universidad de Washington, ha centrado su investigación más reciente en cómo hacer que los cursos AP del gobierno tengan mayor relevancia para los estudiantes que no suelen inscribirse en clases avanzadas. Aumentar la cantidad de inscripciones, señala Parker, no es más que el primer paso hacia lograr que más estudiantes se beneficien: las escuelas también deben proporcionar el apoyo necesario para que los estudiantes que consiguen acceso a los cursos avanzados tengan éxito.

“Gracias a los datos proporcionados por el College Board, sabemos que al reducir el umbral de admisión se obtiene una mayor participación, pero también se obtienen mayores índices de fracaso”, agrega Parker. “Por lo tanto, el truco es expandir las inscripciones, pero también tomar medidas en los cursos para aumentar el éxito de los estudiantes”. A través de su investigación, Parker ha descubierto que las simulaciones interactivas en clase pueden impulsar la participación (enlace en inglés) y ayudar a los estudiantes a alcanzar el éxito.

Cosas adicionales que pueden hacer las escuelas

Para seguir aumentando las probabilidades de éxito de los estudiantes, Zinth recomienda un enfoque estratégico:

  • Las escuelas pueden trabajar con los padres y estudiantes para identificar los cursos que les darán créditos universitarios en los programas de educación superior de preferencia de los estudiantes. Casi la mitad de los estados cuenta con políticas sobre la obtención de créditos AP (enlace en inglés).
  • Al ofrecer clases AP, las escuelas deberían asegurar una preparación docente adecuada en las asignaturas AP. “Si los maestros no manejan el contenido o no entienden la programación didáctica de las clases AP y la prueba asociada a las mismas, y no pueden ayudar a los estudiantes a tener un buen desempeño en la prueba AP, la participación en el curso, independientemente de cuán extensa quiera hacerla la escuela, tendrá un valor limitado”, agrega Zinth.
  • Si una escuela secundaria sólo puede ofrecer un número limitado de cursos AP, Zinth sugiere que elijan las clases que tengan más probabilidades de cumplir los requisitos de educación general en las escuelas postsecundarias estatales y regionales, para así estimular a los estudiantes a inscribirse en la universidad.
  • Por último, las escuelas, distritos y estados necesitan asegurarse de que el costo no prevenga que los estudiantes de bajos recursos realicen las pruebas AP o IB. Muchas escuelas galardonadas con el Premio al Éxito Universitario han reconocido esta necesidad: el 84 por ciento de las escuelas que han obtenido el premio ofrecían apoyo financiero para las pruebas, en contraste al 71 por ciento de las escuelas que no han recibido el galardón.

Este artículo es parte de una serie de documentos que explora los enfoques óptimos empleados por las escuelas ganadoras del Premio al Éxito Universitario de GreatSchools. El Premio al Éxito Universitario galardona a las escuelas secundarias públicas de nueve estados que realizan un excelente trabajo en preparar a los estudiantes para alcanzar el éxito en la educación superior. Aprende más sobre el premio, mira la lista de ganadores y lee más sobre las prácticas óptimas aquí (enlaces en inglés).

Translated by: SpanishWithStyle.com

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