1. No intentes leer todas las guías

    Si has buscado libros sobre admisiones universitarias en línea, sabrás que hay docenas de opciones para elegir y todas parecen ser de lectura obligatoria. ¡No satures tu carrito de compras con títulos que suenan prometedores y provocadores, pero que solo causan ansiedad! Solo te encontrarás con la locura por ese camino y, aceptémoslo, nunca tendrás el tiempo para leerlos todos. Limítate a uno o quizás dos títulos buenos y empieza desde allí. Hemos hecho la investigación por ti. Estos son los cinco libros sobre admisiones universitarias que vale la pena leer (enlace en inglés).

  2. El liderazgo importa

    Los funcionarios de admisiones universitarias confiesan que les llaman la atención los solicitantes que han sido reconocidos por sus maestros o compañeros por sus cualidades de liderazgo. Por ello, si tu hijo es presidente del consejo estudiantil o capitán de un equipo, eso es genial. Por fortuna, el liderazgo se presenta en muchas formas y definitivamente no es demasiado tarde para que tu hijo se involucre en una actividad para ser reconocido por su excelencia por sus maestros, entrenadores o compañeros. Quizás pueda dedicarse a ser representante estatal de un club femenino/masculino, primer guía de patrulla, mentor estudiantil o tener un lugar en el club de teatro. Si actualmente no está involucrado en una actividad que le apasiona, quizás pueda crear un grupo, club o deporte nuevo y solicitar que sea aceptado como una actividad patrocinada por la escuela.

  3. Limpia las redes sociales

    Es probable que las universidades a las que tu hijo envíe su solicitud evalúen su presencia en las redes sociales; las instituciones no quieren tener manzanas podridas causando problemas en su campus. Incentiva a tu hijo adolescente a limpiar lo que tenga allí y a tener cuidado con lo que publica de ahora en adelante. Un artículo del 2016 de Time informa que un “40 por ciento de los funcionarios de admisiones dijeron que visitan los perfiles en redes sociales de los solicitantes para saber más sobre ellos” (enlace en inglés). IvyWise escribe que un 35 por ciento de los consejeros de admisiones encontró algo que “impactaba de forma negativa las posibilidades del solicitante para ser admitido”. Haz que tu hijo se busque en Google para ver qué aparece, que borre tuits vergonzosos (enlace en inglés) y que siga los siguientes consejos para el uso de redes sociales (enlace en inglés) para limpiar su presencia en línea. De ahora en adelante, dile a tu hijo que aplique lo que IvyWise llama “la prueba de los abuelos”, que funciona de esta manera: “Si no te gustaría que tus abuelos lo vean, no lo publiques”.

  4. No te preocupes por el servicio comunitario

    A diferencia de lo que te pueden haber contado, los expertos dicen que el servicio comunitario está demasiado sobrevalorado como elemento para las solicitudes a universidades. El servicio comunitario es valioso para los chicos con una pasión o una causa, siempre y cuando hayan demostrado esa devoción por algún tiempo. De acuerdo con una encuesta de Dosomething.org, el 70 por ciento de los funcionarios de admisiones indicó que prefieren a los estudiantes que trabajan de forma consistente en un solo problema o proyecto, y que se “impresionan más con una labor monótona local a largo plazo que con un verano de voluntariado en el exterior” (enlace en inglés).

  5. Haz tu investigación

    Las redes sociales son una forma efectiva de conseguir opiniones sobre a qué universidad postularse. Les he pedido recomendaciones a todos porque mi hija está en el 11º grado. Nuestros familiares tienen informes interesantes sobre Macalester, Lewis & Clark y la University of North Carolina Asheville. Un vecino recomienda la Lawrence University, otra dice que a su hijo le encanta Whitman. También me he dado a la tarea de preguntarle a los desconocidos que he visto usando sudaderas de su alma máter, por lo que he recibido opiniones sobre Pepperdine, Middlebury y Georgia Tech. También me gusta revisar las páginas de las universidades en Facebook. La University of New Orleans (enlace en inglés), por ejemplo, tiene excelentes robles, pero las reseñas sobre la educación son mixtas. Cynthia Muchnick, autora de The Everything College Checklist Book (enlace en inglés), sugiere preguntarles a los padres que tienen un año o dos más que tú en el proceso. “Tienen excelentes opiniones y generalmente son más generosos al compartirlas porque su hijo no compite directamente con el tuyo”, dice.

  6. Las calificaciones de primer año sí importan (para algunas universidades)

    Quizás tu hijo estaba distraído por el ajuste social de noveno grado o no recibió la preparación necesaria en la escuela intermedia para los retos académicos de la escuela secundaria. No te preocupaste por su terrible promedio de calificaciones de 2.5 porque, según lo que te dijeron, “las calificaciones de primer año no cuentan”. Pero algunas instituciones sí las toman en cuenta. ¿Se ha arruinado para siempre el futuro de tu hijo? No. A todos les gusta una buena historia de recuperación, lo que incluye a los consejeros de admisiones. “Si un estudiante ha empezado con un rendimiento académico poco brillante, se toma en cuenta y se aprecia cuando luego hay un ascenso”, (enlace en inglés) dice Kyra Tyer, exfuncionaria de admisiones de la Brandeis University. Obtener notas altas en el 10º, 11º y 12º grado puede compensar un inicio abismal. Además, la recuperación de tu hijo puede ser un gran tema para su ensayo de postulación.

  7. Los orientadores académicos tienen información privilegiada

    Un buen orientador académico (enlace en inglés) te puede hablar sobre las sesiones de planificación universitaria, becas y ferias universitarias. También te puede dar un poco de información sobre cuáles universidades favorecen a los graduados de la escuela secundaria de tu hijo y cuáles tienden a admitir solo a uno (o a ninguno) cada año. Lo mismo aplica para qué instituciones consideran el puesto que el estudiante tiene en la clase y cuáles no lo toman en cuenta. Los orientadores deben saber las tasas de admisión publicadas de las instituciones, así como también la información que no se divulga, como cuántos estudiantes de tu área se postularon y cuántos fueron admitidos el año anterior, y cuántos de los que fueron admitidos se postularon antes de la fecha indicada (ver el punto #12 más adelante). Ellos pueden dirigir la atención de tu hijo a universidades excelentes que tú nunca habías considerado. Y, debido a que conocen tu escuela de principio a fin, deben poder poner en contacto a tu hijo con los maestros de escuela secundaria que escriben excelentes cartas de recomendación (y alejarlo de los maestros que tienden a no cumplir con las fechas límite).

  8. Postúlalo a becas

    Pocos padres y estudiantes se dan cuenta de la cantidad de premios y becas a los cuales los estudiantes pueden postularse incluso desde el primer año de escuela secundaria. Consúltalos en LifeLauncher.com (enlace en inglés), Scholarships.com (enlace en inglés) y Unigo.com (enlace en inglés). Por ejemplo, la Beca Unigo de $10.000 (enlace en inglés) pide a los solicitantes que envíen una respuesta de 250 palabras o menos a la pregunta: “Al considerar la inversión y la ganancia esperada, en tu opinión, ¿la universidad vale la pena?”. La Beca Horatio Alger (enlace en inglés) proporciona 106 becas de $25.000 para los “estudiantes de secundaria que se han enfrentado y han superado grandes obstáculos en sus cortas vidas”.

    Al postularse, tu hijo adolescente no tiene nada que perder y mucho que ganar, lo que incluye práctica para escribir ensayos, una habilidad importante que le ayudará en sus clases de escritura, sus exámenes SAT y ACT y en sus ensayos para postularse a las universidades. Consulta nuestra lista de becas y esta lista de becas específicamente para chicos que son el primero de su familia en ir a la universidad.

  9. No solo importa la calificación, sino también la dificultad de la clase

    Las notas perfectas en las clases fáciles donde una A es algo normal no son tan impresionantes como una B en una clase avanzada. Una encuesta de la Asociación Nacional de Orientación para Admisiones Universitarias (NACAC, por sus siglas en inglés) (enlace en inglés), revela que el 60 por ciento de los funcionarios de admisiones consideran el peso del plan de estudios del solicitante.
    Una carga de cursos desafiantes le indica a los funcionarios de admisiones que tu hijo es intrépido, determinado y tiende a exigirse. Venkates Swaminathan, fundador de la empresa de orientación universitaria LifeLaunchr.com (enlace en inglés), lo pone de esta manera: “Dile a tus hijos que tomen cursos desafiantes, ¡pero solo los que disfrutarán!”. Si tu hijo tiene pensado estudiar ingeniería o matemáticas, haz que tome cursos avanzados de cálculo y física, pero no te preocupes mucho por inscribirlo en clases avanzadas de inglés o historia europea. Él dice que la clave está en tener una carga de cursos desafiante, más no abrumadora.

  10. Postularse en la modalidad de acción temprana o decisión temprana aumenta las probabilidades

    De acuerdo con la Junta de Universidades, “un aproximado de 450 universidades posee planes de decisión temprana [ED, por sus siglas en inglés] o acción temprana [EA, por sus siglas en inglés], y algunas tienen ambos” (enlace en inglés). Los solicitantes en modalidad ED y EA se postulan más temprano en otoño, mucho antes de que termine el período de postulación regular, y esto puede aumentar sustancialmente las probabilidades de que tu hijo entre a la universidad de su preferencia. La modalidad ED “suele darle una ventaja importante a la solicitud para su admisión”, (enlace en inglés) dice Lora Lewis, asesora educativa de Unigo.com. Por ejemplo, en 2016, la tasa de admisiones de la Columbia University fue de 6 por ciento, (enlace en inglés) pero la tasa de admisiones en modalidad ED fue de 20,4 por ciento. Sin embargo, el riesgo asociado a esta recompensa es que la modalidad ED es vinculante, lo que quiere decir que, si el estudiante es admitido, debe asistir a esa universidad. Por otra parte, la modalidad de acción temprana no es vinculante, por lo que los estudiantes pueden ir a cualquier otra universidad incluso si los aceptan. Las solicitudes en modalidad EA suelen dar menos ventaja para las admisiones, pero no siempre. Consulta las tasas de admisión más recientes en modalidades EA, ED y “RD” (decisión regular) de 57 universidades privadas (enlace en inglés). Existen dos beneficios más que pone a las solicitudes en modalidad EA por encima de la modalidad ED (enlace en inglés): los estudiantes pueden postularse a través de la modalidad EA a múltiples instituciones (a menos que la institución tenga una restricción al respecto, como la Princeton University) y, para los estudiantes que buscan ayuda financiera, las solicitudes en modalidad EA pueden darte tiempo para consultar los paquetes de ayuda de otras instituciones para tomar la mejor decisión financiera.

  11. Puedes obtener educación de élite a precio de institución pública

    ¿Preferirías que tu hijo adolescente estuviera en un ambiente educativo pequeño y cómodo en vez de una institución con 30.000 estudiantes? ¡Sorpresa! Muchas universidades grandes ofrecen programas honors que sirven como institutos íntimos dentro del sistema más grande. Es como un tratamiento VIP para estudiantes selectos. Por ejemplo, la Arizona State University (ASU) tiene una matrícula total de 60.000 estudiantes, pero la Barrett Honors College (enlace en inglés) de la ASU solo tiene 5.400 estudiantes, donde muchos de ellos asisten a pequeños seminarios solo para estudiantes destacados. Los estudiantes de Barrett también tienen su propio dormitorio, comedor y centro de computación. La South Carolina Honors College (enlace en inglés) de la University of South Carolina también tiene sus propias residencias, 550 clases solo para estudiantes destacados, atención personalizada y un aula de clases promedio de tan solo 16 estudiantes. Consulta la lista de los 50 mejores programas honors de universidades públicas (enlace en inglés).

Traducido por: Spanish with Style

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