Si tu hijo que estudia el último año de la escuela secundaria se parece a mi hija, entonces es probable que tenga muchas versiones de ensayos de admisión universitaria en diferentes etapas de finalización. Uno es un bosquejo en busca de ideas, otros son esquemas sin pulir, dos son borradores como tal. Ninguno de ellos está listo para enviarse, no están ni siquiera cerca de eso.

Pero eso no es lo que mi hija cree. Para ella, los segundos borradores están “listos” y los primeros están “a punto”.

La buena noticia es que tiene tiempo. La mala noticia es que no sabe cuánto trabajo tiene por delante. A menos que tu hijo vaya a una escuela secundaria que tiene un enfoque particularmente riguroso hacia la escritura, los ensayos de admisión universitaria son probablemente el primer encuentro que tu hijo adolescente tendrá con la reescritura extensiva.

Así que, ¿cómo puedes convencer a tu hijo de seguir trabajando en esos “borradores listos”? Puedes comenzar incentivándolo a releer su borrador “final” en busca de las siguientes seis cosas. Y recuerda darle muchos elogios por su esfuerzo constante. Es difícil postularse para una universidad. Hazle saber a tu hijo adolescente que admiras el trabajo duro que ha hecho.

  1. El comienzo debe ser impactante

    ¿El primer párrafo puede ser más atractivo, más corto, más divertido? Hay muchas formas de usar trucos retóricos para captar la atención del lector del ensayo desde el principio. Por ejemplo, puedes dar la ilusión de escribir sobre algo que cumple las expectativas comunes y luego cambias la narrativa al final para revelar que estás hablando de algo completamente diferente, jugando de esta forma con las expectativas del lector. (Por ejemplo, el adolescente puede crear la idea de cansarse mucho todos los días de forma que el lector piense que hizo un viaje de mochilero, solo para revelar que estaba hablando de un campamento para aprender a codificar). También puede abrir con un diálogo un poco misterioso que avive la curiosidad del lector. (“Nunca haré eso otra vez”. “¿Por qué no?”. “Estás loco”. Por ahora, no sabemos qué es “eso” o quién está loco, pero queremos averiguarlo). Por último, si estos trucos avanzados son muy complicados, se puede comenzar con cierta intensidad simplemente a través del ritmo, lo que suele significar acortar las oraciones para que el lector se mueva a un ritmo más rápido. Esto también ayudará a guardar un par de palabras adicionales para el final.

  2. Uso adecuado del verbo ser

    Ten cuidado con el uso excesivo del verbo ser. Demasiados “es” y “son” llenando una página pueden dar una imagen de un vocabulario monótono. Esto quiere decir que se debe cambiar “es fascinante” por “me fascina” o incluso “me impresiona”. (Si bien no quieres que todo el ensayo esté lleno de jerga adolescente, una palabra ocasional de este estilo puede mostrar la personalidad de tu hijo). En lugar de decir “esta fue una experiencia educativa”, haz que tu hijo pruebe con “esta experiencia me enseñó”, “esto me provocó” o “esto me obligó a reconsiderar”. Al no usar tanto el verbo ser, hace que el lenguaje sea más vivo, más fuerte y, en ocasiones, menos vago.

  3. Involucrar los cinco sentidos

    Muchos de los estudios relacionados con la escritura de la escuela intermedia y secundaria ponen énfasis en que la escritura con buena narrativa utiliza detalles que involucran los cinco sentidos. En los ensayos de admisión para la universidad, tu hijo necesitará usar estas habilidades (sin excederse) para que los comités de admisiones a universidades (que trabajan sin tregua) entren en alerta y tengan una imagen definida y clara de tu hijo. Esto es difícil porque estos ensayos tienen que cumplir muchos requisitos: deben contar una historia y conectar esa historia con el pasado y el futuro del estudiante en solamente de 250 a 500 palabras. Esto suele dejar poco espacio para entrar en detalles profundos. Aun así, estos momentos de imágenes visuales, descripciones de sonidos, sabores, escuchar u oler son importantes por cómo funciona la mente humana. Los momentos atractivos del ensayo de tu hijo son los momentos que se quedan en la mente del funcionario de admisiones universitarias. Al revisar el ensayo de tu hijo, asegúrate de que estas descripciones cumplan con su objetivo: crear una imagen o evocar un sentimiento fuerte en el lector.

  4. Usar palabras interesantes

    Los pequeños cambios pueden hacer la diferencia. Inculca una mejor escritura en tu hijo al sugerirle que se concentre en mejorar su elección de palabras. Busca lo que uno de mis maestros de la escuela secundaria llamaba “fugitivos”: palabras que entran en la prosa y reducen su poder. Por ejemplo, increíble puede ser una descripción perfectamente precisa de esa experiencia de voluntariado que cambió la vida de tu hijo, pero es una palabra tan común que hace que la experiencia suene trivial. Pero la palabra extraordinaria sigue transmitiendo la idea de que tu hijo se vio sorprendido; al igual que deslumbrante, que, si bien es menos fuerte, también funciona. Claro, tu hijo no necesita reescribir todo su ensayo con un diccionario de sinónimos en la mano, cambiando cuanta palabra se encuentre por una versión más elegante. Sin embargo, encontrar una palabra descriptiva (enlace en inglés) que reemplace, por ejemplo, tres o cinco palabras de uso excesivo o que pueden sonar mundanas vale la pena.

  5. Equilibrar la narrativa

    Dependiendo de la personalidad de tu hijo, el tema y la institución a la que se postule, el ensayo de admisión que escriba tu hijo puede parecer duro y presuntuoso, o inseguro y tentativo. Es complicado: a los chicos se les dice que resalten sus logros manteniendo la humildad y mente abierta. Ningún chico quiere ser percibido como un cretino fanfarrón. Por otro lado, se espera que cause una buena impresión. Los adolescentes suelen balancearse entre ilusiones egocéntricas de grandeza e inseguridades súper cargadas, por lo que lograr este equilibrio puede ser particularmente difícil. Puedes considerar las siguientes fórmulas: si la historia trata de liderazgo y victoria, sería bueno que tu hijo mencionara cuán preocupado estaba por el resultado o por encontrarse obstáculos en el camino. Por otro lado, si el ensayo trata sobre una lucha interna (lidiar con la dislexia, por ejemplo), entonces es importante que la narrativa lleve a una revelación de fortaleza, confianza en uno mismo o humor.

  6. No hay que resumir, más bien hay que sobrepasar los límites.

    Pídele a tu hijo que intente explorar territorio desconocido en su párrafo de conclusión. Siempre puede borrarlo y volver a la conclusión original si no le gusta. Pero debido a que escribimos de principio a fin, es muy probable que tu hijo haya escrito su conclusión con menos cuidado en comparación con la introducción o el cuerpo. Pídele que escriba su conclusión sin pensar en el límite de palabras. Motívalo a salirse de lo convencional. Esto quiere decir que debería experimentar yendo más allá de los límites: si el ensayo es gracioso, intenta que la conclusión sea más graciosa; si es filosófico, que profundice más allá de la sabiduría convencional; si el ensayo es muy sentimental, que intente escribir una conclusión que haga llorar al lector.

Translated by: SpanishWithStyle.com

Share on Pinterest