Si su niño ha sido diagnosticado con un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y usted está considerando darle medicamentos para controlar sus síntomas, aquí encontrará algunos consejos dados por un pediatra/psiquiatra de niños.

Entiendo que, junto con una evaluación seria y meticulosa, la mayoría de los padres quieren información. Quieren saber más sobre el medicamento y sobre sus efectos. Pero para obtener esa información, necesitan sentirse cómodos con el médico de su hijo.

Cita con el doctor

Además de una evaluación meticulosa y completa, la mayoría de los padres quiere información. ¿Qué quiere aprender acerca de los medicamentos y sus efectos? Recuerde que es importante que se sienta cómodo con el médico de su niño, por lo tanto pregúntese:

  • ¿Es fácil hacerle preguntas al doctor y obtener respuestas que comprende?
  • ¿El doctor dedica el tiempo suficiente a responder a mis preocupaciones, o siento que está apurado?
  • ¿Respondió a todas mis preguntas?
  • ¿Con qué frecuencia debo llevar a mi niño a una cita con el doctor?
  • Tengo alguna forma de comunicarme con el doctor entre las citas médicas?

Para prepararse para cada cita médica, escriba sus preguntas con anticipación y deje un espacio en blanco debajo de cada pregunta para escribir las respuestas.

Considerando el uso de medicamentos   

Si bien las intervenciones de conducta pueden ser muy útiles, casi siempre se recomienda el uso de medicamentos para los niños diagnosticados con TDAH. La terapia con medicamentos (a veces llamada farmacoterapia) va más allá del simple “manejo o control de la medicación”, los pacientes y sus familiares deben sentir que el doctor les está prestando atención para poder comprender y controlar sus preocupaciones mejor (y no simplemente volver a surtir recetas), aunque el tiempo que pase con el doctor durante la cita sea limitado.

Ochenta años de experiencia clínica nos han enseñado que los medicamentos más efectivos para el tratamiento del TDAH son los de una clase llamada psicoestimulantes, que incluyen dos tipos principales: Los metilfenidatos (MPH, siglas en inglés) y las anfetaminas (AMPH, siglas en inglés). (Pemoline, un tercer tipo de medicamentos, ya no se usa desde hace 5 a 10 años debido a la preocupación de que pueda causar efectos secundarios graves en el hígado). Estos medicamentos se llaman “psicoestimulantes” porque “estimulan” ciertas áreas del cerebro que son las responsables de la función de enfocarse, concentrarse y del control de impulsos.

Las preparaciones de metilfenidatos incluyen medicamentos como Ritalin®, Methylin®, Focalin®, Metadate® y Concerta®. No existe evidencia de que una preparación sea mejor que las otras, y la mayoría de las prescripciones dependen de la preferencia del doctor o del paciente. Sin embargo, existen diferencias que hay que tener en cuenta, especialmente en relación al funcionamiento de ciertas formulaciones específicas durante el día.

Concerta®, Metadate-CD®, Focalin XR®, y Ritalin-LA® tienen la ventaja de que se pueden tomar una sola vez al día, y una dosis dura de 8 a 12 horas. Los tres últimos medicamentos mencionados se pueden tomar por separado o espolvoreados sobre la comida si el niño tiene problemas para tragar píldoras/pastillas. Metadate-CD y Concerta liberan la mayor parte del medicamento hacia el final de la mañana y durante la tarde, mientras que Ritalin-LA libera aproximadamente el 50% del medicamento durante la mañana y el otro 50% durante la tarde. Las otras preparaciones de metilfenidatos (de corta actividad) requieren que se tomen dos o tres dosis por día, ya que su efectividad dura poco tiempo (3 a 4 horas). Methylin está disponible en tabletas masticables y en líquido. Su doctor puede darle más información acerca de las razones específicas por las cuales piensa que un medicamento en particular puede ser mejor para su niño. En abril de 2006, la Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (FDA, siglas en inglés) aprobó un parche de metilfenidato llamado Daytrana®, como segunda línea de tratamiento (que se puede usar si los medicamentos que se toman oralmente — por boca — son ineficaces). El parche, que se cambia diariamente, puede durar hasta 12 horas y se puede cortar para modificar las dosis.

Las preparaciones de anfetaminas incluyen Dexedrine®, Adderall®, y Adderall-XR®. La última mencionada está diseñada para durar aproximadamente 10 horas y generalmente se da una sola dosis por las mañanas. También se puede tomar por separado o ser espolvoreada sobre la comida. En febrero de 2007, la FDA aprobó una nueva versión de la anfetamina Vyvanse® (lisdexamfetemine mesylate). Este medicamento se llama “prodroga”, ya que permanece inactivo hasta que es metabolizado por el cuerpo. Puede durar de 8 a 10 horas, y se ha demostrado que existen menos posibilidades de abusar del mismo que del medicamento afiliado, la anfetamina.

Strattera® (atomoxetine) es un agente no-estimulante aprobado por la FDA para el tratamiento de adultos, adolescentes y niños mayores de 6 años de edad con TDAH. Si bien de acuerdo a los estudios Strattera® y los psicoestimulantes tienen una eficacia comparable, se considera que los estimulantes son la primera línea de tratamiento para la TDAH. Sin embargo, Strattera® puede ser particularmente útil para pacientes que no pueden tolerar los estimulantes debido a efectos secundarios específicos (como los tics), y para quienes tienen una respuesta poco satisfactoria a los estimulantes. También, las familias que no quieren que sus niños reciban medicamentos estimulantes, pueden considerar Strattera® como primera línea de tratamiento.

Otros medicamentos con evidencia científica que apoya su eficacia incluyen los antidepresivos, como Wellbutrin® (bupropion), Effexor® (velafaxine), y Tofranil® (imipramine) y los antihipertensivos como Catapres® (clonidine) o Tenex® (guanfacine).

Exiten estudios clínicos que analizan la efectividad de otros medicamentos como Provigil® (modafinil) y de ciertos remedios naturopáticos, como por ejemplo la suplementación con ácidos grasos de cadenas muy largas (Omega-3). La mayoría de los proveedores de atención médica discutirán con usted las diferentes opciones, pero aprenda lo más que pueda sobre los medicamentos para tratar los TDAH y genere sus propias preguntas antes de su cita con el doctor.

Preste atención a los efectos secundarios

Los efectos secundarios de los medicamentos generalmente son transitorios y mínimos. El proveedor de atención médica de su niño le explicará cuáles son los efectos secundarios específicos, dependiendo del medicamento que le prescriba. En general, se sabe que los estimulantes causan dolores de cabeza, dolores estomacales, aumentos en la presión arterial y en el pulso, suprimen el apetito y causan dificultades para dormir. Los efectos secundarios menos comunes incluyen irritabilidad, cambios en el sentido del humor, permiten la aparición de tics, y pueden demorar el crecimiento en altura. Todos estos efectos se pueden modificar con intervenciones simples, como por ejemplo tomar el medicamento con alimentos, disminuir la dosis, cambiar el horario de ingesta o cambiar un medicamento por otro.

Recientemente, la FDA ha incluido nuevas advertencias en cuanto al uso de Strattera (atomoxetine) — en raras ocasiones se ha asociado con ideas suicidas en adolescentes — y también para los psicoestimulantes (tienen una rara asociación con efectos cardíacos graves y muerte súbita, principalmente en niños con antecedentes pre-existentes de problemas en el corazón).

Aquí podrá encontrar el enlace de la FDA relacionado con la información sobre la seguridad de los medicamentos para pacientes y familiares.

Hable con su niño

La manera de hablar acerca de los medicamentos con su niño, en gran parte depende del nivel de desarrollo del niño. Los niños pequeños (5 a 7 años) necesitan la confirmación de que no son niños “malos.” Deben saber que sus padres entienden que están esforzándose para comportarse bien, prestar atención en la clase y permanecer sentados. Los medicamentos lo ayudarán a que logre el éxito ya que les permite tomar buenas decisiones y controlar su conducta y prestar atención, en lugar de ser controlados por su conducta.

Los niños más grandes y pre-adolescentes (de 8 a 12 años) también necesitan recordatorios sobre (y prestar atención a) las cosas que pueden hacer bien, en lugar de que sus padres pongan mucho énfasis en sus dificultades. Las analogías médicas pueden ser muy útiles, “¿Te acuerdas cómo te ayudaron los anteojos (o a tu amigo o primo) a hacer la tarea de la escuela?” De esa misma manera te pueden ayudar los medicamentos.”

Los adolescentes deben saber que “no todo tiene que ver con las pastillas.” Cuando sus notas mejoran, fue por ellos, los medicamentos simplemente permitieron que se pudieran concentrar lo suficiente como para hacer el trabajo. El adolescente fue quien debió realizar las tareas o finalizar sus proyectos ¡Los medicamentos no pueden rendir exámenes! Debe enfatizar que usted, él, su doctor y sus maestros son parte del mismo equipo, que trata de ayudarlo a que logre el éxito.

Cómo administrar los medicamentos en la escuela

De la misma manera que no es una buena idea mantener secretos entre la familia, tampoco es conveniente ocultarle al personal de la escuela que el niño tiene un TDAH. Si bien es posible que en algunas escuelas sea difícil asegurar modificaciones apropiadas, la mayoría de las escuelas quiere apoyar a sus alumnos. El proveedor médico, psicólogo de la escuela o consejero de su niño puede ofrecerle algunas sugerencias prácticas. Trabaje con el maestro de su niño para crear una “señal” especial (por ejemplo un apretón en el hombro, o crear la oportunidad de realizar un mandado especial) cuando llegue el momento de ir a la enfermería a tomar medicamentos. Los medicamentos que se toman una sola vez al día permiten que no sea necesario realizar este tipo de arreglos, pero para aquellos niños que responden mejor a medicamentos de corta actividad, es fundamental para mantener la confidencialidad.

Cómo hablar con su hijo sobre los medicamentos

Nuevamente, el doctor de su niño le informará sobre aspectos específicos, dependiendo del medicamento que use. Yo sugiero que todos los pacientes tomen todas sus medicinas los 7 días de la semana, al menos durante el primer mes. Esto permite que los padres observen si existen diferencias durante los fines de semana. Si el equipo decide que tomar medicamentos durante los fines de semana no es necesario, que así sea. Sin embargo, esta regla sólo se aplica a los psicoestimulantes. Todos los otros medicamentos psicotrópicos deben tomarse todos los días, a menos que el doctor haya dado otras instrucciones.

Asegúrese se elegir cuidadosamente las palabras cuando elogie la conducta de su niño o cuando establezca límites. “¡Hoy has tenido un muy buen día. Debe ser porque tomaste tus medicamentos!” De alguna manera este es un cumplido ambiguo. Sería mejor decir “Te estás esforzando mucho hoy. Estás prestando mucha atención (o haciendo un buen trabajo limpiando tu cuarto, o haciendo la tarea o quedándote sentado). ” Sin exagerar, elogie a su niño públicamente lo más que pueda para reforzar su autoestima y enfocarse en las fortalezas de su niño. Sea generoso con las pequeñas pero importantes demostraciones no verbales de la vida — como una palmadita en la espalda, chocar los cinco, etc. Usted está invirtiendo mucho tiempo, esfuerzo y energía en tratar de encontrar un tratamiento para el problema, ¡no se olvide de cultivar los aspectos buenos de su niño!!

Los adolescentes deben saber que no “todo se arregla con una pastilla”.  Cuando sus notas comenzaron a bajar, las pastillas fueron muy útiles: los medicamentos simplemente lo ayudaron a mantenerse concentrado el tiempo suficiente para poder completar la tarea. Pero el adolescente aún debía hacer el examen o escribir su tesis. ¡Los medicamentos no pueden rendir exámenes! Haga hincapié en que usted, él, el médico y sus maestros forman todos un mismo equipo que trata de ayudarlo a salir adelante.

Asegúrese de escoger sus palabras cuidadosamente cuando lo felicita por su comportamiento o cuando le fija límites. “¡Bien! Hoy tuviste un gran día. ¡Seguro que tomaste tus medicamentos!” es un cumplido que puede interpretarse  de distintas maneras. Mejor diga sencillamente: “¡Qué bien! Hoy realmente hiciste un gran esfuerzo. ¡Hiciste un buen trabajo prestando atención (o limpiando tu dormitorio, o cumpliendo con una tarea difícil, o quedándote sentado)!”

Sin exagerar, alábelo en público tanto como sea posible para fomentar su autoestima y céntrese en las virtudes de su hijo. Sea generoso con los pequeños, con significativos signos no verbales en la vida: una palmadita en la espalda aquí, un aplauso allá. Está invirtiendo mucho tiempo, esfuerzo y pasión tratando de encontrar una solución al problema; ¡no se olvide de alimentar lo que hay de bueno en su hijo!

Mirando al futuro de su niño

En general, la mayoría de los niños y adolescentes no superan su TDAH, por lo que los medicamentos pueden resultar útiles durante toda la vida. Sin embargo, dependiendo del tipo específico de TDAH que tenga (falta de atención, hiperactividad/impulsividad o una combinación de problemas), las intervenciones pueden ser modificadas con el tiempo. Los adolescentes y adultos pueden desarrollar estrategias cognoscitivas que no estaban disponibles cuando eran niños, lo que puede llevar al manejo satisfactorio del TDAH, y que puede disminuir o eliminar la necesidad de usar medicamentos.

 

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