¿Recuerdas cuando te preocupaba que el estar conectado 24/7 a las redes sociales pudiese distraer a tu hijo de sus tareas? ¿Que comunicarse únicamente mediante emojis y acrónimos durante sus años de formación pudiese entorpecer la habilidad de tu hijo para formar relaciones profundas e importantes? A medida que las escuelas de todo el país luchan para apoyar el aprendizaje en el hogar y las familias se esfuerzan en casa por ocuparse de niños en edad escolar durante un tiempo indefinido, las preocupaciones acerca de que nuestros hijos dedicasen demasiado tiempo a estar en línea ya parecen una evocadora reliquia de aquel remoto pasado antes del coronavirus.

“Irónicamente, la misma tecnología a la que solemos culpar de destrozar nuestra estructura social podría ser nuestra mejor aliada en la actualidad”, señala Jamil Zaki, psicólogo de Stanford. Aunque mantener la distancia es necesario para detener la propagación del COVID-19, el término “distanciamiento social” envía el mensaje equivocado, afirma Zaki. “Deberíamos considerar esta época como ‘distanciamiento físico’, para enfatizar que podemos permanecer conectados a nivel social incluso en la distancia”. Esto resulta importante para los niños porque cuando las escuelas cierran y estos son desprovistos de las interacciones cotidianas con sus compañeros, su rendimiento académico no es lo único que está en riesgo.

Es importante socializar a distancia

“Están perdiendo el espacio para trabajar juntos, para aprender entre sí, para experimentar cosas nuevas”, indica Marín Trujillo, coordinador de participación comunitaria del West Contra Costa Unified School District in Richmond, CA.

Trujillo afirma que ha existido una gran demanda en su distrito, sobre todo entre estudiantes de escuela intermedia y secundaria, de espacios digitales donde los niños puedan pasar el rato juntos. Señala que podría parecer cuestión de aburrimiento o soledad, pero los niños se están perdiendo un aspecto importante del desarrollo: la oportunidad de entenderse a sí mismos en relación a otros y experimentar cosas nuevas. “Observamos esto con los adolescentes, quienes están desarrollando sus personalidades: ¿Soy esto? ¿Soy aquello? ¿Puedo ser dos cosas a la vez?, todo esto se desarrolla a través de la participación social en un espacio no supervisado”.

Aunque es probable que los niños de mayor edad no necesiten de tu motivación para mantenerse en contacto con sus amigos, a continuación te proporcionamos algunas ideas que permitirán que niños de todas las edades se mantengan conectados desde el punto de vista social, siempre y cuando las interacciones en persona se mantengan fuera de la ecuación.

Cualquier interacción cuenta, por pequeña que sea

Para los niños más pequeños que aún no están pegados todo el día a un dispositivo propio, tener contacto por medio de una llamada vía FaceTime o Google Hangouts con un compañero de clases mientras se realiza un trabajo independiente o un proyecto cooperativo de arte con propósitos recreativos, puede ayudar a evitar que se sientan solos. Si tú también te estás sintiendo de esa manera, considera organizar una sesión grupal con otros padres y niños donde los adultos se turnen para leerle a todo el grupo.

“Reunimos a nueve familias en una videoconferencia donde todos los niños realizaban una exposición comentando sobre los platillos que habían estado comiendo, formas de matar el tiempo, y, al final, cada mamá leía el libro de elección de su hijo. Resultaba muy agradable ver a los niños conectarse y me percaté de que la actividad no iba dirigida solo para ellos, sino también para nosotros”, publicó en Instagram Emily Schuman, una madre de Los Ángeles cuyo hijo asiste a la escuela de educación preescolar.

Convierte cualquier ocasión en un evento especial

Para imitar lo que los niños obtienen de las interacciones sociales en la vida real, me gustan las lecciones dirigidas por niños donde hay una actividad a completar o un problema a resolver. Mi adolescente reunió a 6 amigos en Zoom para grabar un audiolibro. Podían verse entre sí mientras decidían cómo dividir los papeles y se reían de los errores al decir los diálogos. Zoom es usado por muchas escuelas y universidades para reuniones y clases. También es bueno para pasar el rato con un amigo mientras se realiza una actividad independiente (hacer galletas, limpiar la habitación, almorzar) o durante un momento de ocio. Los padres deberían saber que la reciente popularidad de la plataforma ha dado pie a casos generalizados de abuso (enlace en inglés); asegúrate de que tu hijo sepa que debe evitar compartir los enlaces de la reunión en redes sociales y no unirse a una reunión grupal a menos que esté conformada por personas que conoce y sean de su confianza.

Los beneficios de los grupos

Si tu hijo se encuentra cursando la escuela intermedia o secundaria, es muy probable que esté mejor informado que tú sobre mantener contacto virtual. Sin embargo, estar aislado físicamente podría volverlo más tímido que de costumbre. Si te da la impresión de que le vendría bien un pequeño empujón, podrías sugerir una videollamada grupal a través de FaceTime. (Si necesitas un tutorial sobre cómo realizar una llamada grupal en FaceTime, aquí te proporcionamos uno).

Puedes contribuir a esta causa suavizando un poco tu postura sobre el uso de chats grupales mientras la clase está en curso o se realizan tareas, pues hoy en día tales interacciones resultan más importantes que nunca. “En Instagram, mis compañeros y yo tenemos un extenso grupo de chat donde charlamos sobre nuestras tareas y lo aburridos que estamos”, me contó un estudiante de escuela secundaria. Ser más flexible con respecto a la cantidad de tiempo que tu preadolescente o adolescente dedica a chatear, por supuesto, no significa que debas flexibilizar las reglas de la familia (enlace en inglés) sobre interacciones virtuales seguras y responsables.

Participa en una actividad productiva a distancia

Mantente atento a cualquier aviso de los entrenadores, directores de coro o maestros de la banda de que las prácticas o ensayos hayan sido reprogramados a Facebook Live o Zoom. A pesar de que estas sesiones facilitadas por adultos podrían no incluir mucha interacción entre niños, son una experiencia en común sobre la cual tu hijo podrá quejarse más tarde en un grupo de chat.

Juega en equipo

Informes anecdóticos de una pequeña muestra de estudiantes de escuela intermedia sugiere que jugar videojuegos en un servidor compartido sigue siendo una de las formas más populares en que los niños pasan el rato. Así es, tal como lo era antes de la cuarentena. Si a tu hijo no le atraen los videojuegos o estás buscando una actividad multigeneracional para toda la familia, podrías crear un rompecabezas con tu propia foto en I’m a puzzle (enlace en inglés) y luego compartir el enlace en la plataforma de tu elección, de manera que el grupo pueda armarlo en equipo. Alternativamente, puedes jugar mímica o Pictionary usando un generador de palabras aleatorias. Y aunque las pijamadas están prohibidas, los niños pueden simular una mediante Netflix Party (enlace en inglés), una extensión para el navegador Chrome que les permite a los amigos ver Netflix juntos desde ubicaciones distintas.

Puede que necesites experimentar con algunas actividades para lograr que tu hijo se adapte a la idea del distanciamiento social. Pregúntale a tu hijo lo que echa de menos y qué se le ocurre para reemplazar tales interacciones. ¡Por favor, comparte tus ideas (y las de tu hijo) en los comentarios de la parte inferior! Probablemente, todos saldremos de esta extraña época habiendo aprendido muchas nuevas formas de interactuar con amigos sin importar la distancia.

Translated by: SpanishWithStyle.com

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